HISTORIA METROPOLITANA

>

Vecinos de Interlaken: Conservo un gran cariño por Ibagué, ciudad en la que tengo mucha gente querida. No recuerdo las fechas exactas en que me vinculé y me retiré de la administración del Orfanato del Sagrado Corazón de Jesús, gracias al nombramiento que me hizo el Arzobispo de Ibagué, Monseñor Flórez.

Maria Adelaida Carlos Alberto y Lucia Lopera

Esta Institución tenía una 30 niñas victimas de la violencia que tantos daños le hizo a nuestra patria. Estaba dirigida por la señorita Julia (no recuerdo su apellido) una santa mujer que murió de aguantar hambre con las inocentes pequeñas. Después del fallecimiento de las señorita Julia, el señor Arzobispo se hizo cargo de la instiución y me llamó para que le colaborara a manejar esa pobreza. Sólo contabamos todos los meses con una donación que nos hacía la señora Lucía de Michaelis, propietaria de una ferreteria en Medellín y con ayudas, en especie , de personas generosas de Ibagué.

Primera Comunión Carlos Alberto y María Adelaida Vallejo, el 5 de junio de 1965

Un día cualquiera me llamó Monseñor Flórez para informarme que Lily Coymat Velásquez, propietaria de una casa en el barrio Ambalá le había ofrecido la casa en venta. Le dije que no teniamos dinero y que sólo contabamos con un lote situado en la carretera que de Ibagué conduce a Armenia, muy cerca del batallón Rook, pero se nos ocurrió hacer una comida e invitar a matrimonios generosos, que los hay muchos en la capital del Tolima.

Matrimonio de Maria Adelaida con Hernando Tascòn Villa

La señora Fabiola Sabogal de Meñaca nos ofreció su casa y manos a la obra. Un día cualquiera a las 8 p.m. reunimos en casa de Santiago y Fabiola unos 15 matrimonios y les contamos para que necesitabamos $500.000 que nos había pedido Lily por su casa y que en ella albergariamos a las niñas y a una religiosas que había conseguido Monseñor Florez para la administración de la obra.

Año 1971, en la Pioja al frente de la casa de los Artunduaga; en el centro María Adelaida y Luz Angela Artunduaga

Recuerdo que allí había personas, No buenas, sino extraordinarias: todos ellos acompañados de sus dignas esposas. A las 12 p.m teniamos ofertas por $500.000 y Monseñor Flórez negoció la casa con Lily por $400.000. El resto se gastó en mejoras. Una vez hecho el negocio y después de haber firmado la escritura de compra, Conservo el mejor de los recuerdos del Tolima y de sus gentes. Hasta pronto, los quiero mucho
EDUARDO VALLEJO PELAEZ

No hay publicaciones.
No hay publicaciones.